25, Un tiempo menor

Hace 30 años que hice mi primera exposición de pintura y escultura, aunque ya llevaba unos años más cumpliendo una necesidad que se iba perfilando poco a poco en el maravilloso proceso del tanteo, de la experimentación. Algo tan ligado y básico para el ser humano y tan censurado generalmente por los otros seres humanos, o menos humanos, tal vez.
Ahora no quiero sustraerme de la alegría de seguir vivo, caminando y con la desacomodación necesaria como para sentir que todo está pendiente, que hay tanto por hacer, que el camino sólo va hacia adelante.

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